A veces, un río es un cielo que se extiende a nuestros pies.
Un cielo que surcan botes, que habitan peces,
que recorren nuestros pensamientos de una orilla a la otra.
La infancia también guarda un río de palabras,
de silencios, de sentimientos,
que son difíciles de expresar en voz alta.
¿Qué pasa cuando la infancia y el río se juntan?
En esto pensaba al escribir Cartas en el agua,
que Eudeba presenta en la colección Nuevos Libros del Chiribitil,
editado por Violeta Canggianelli y con ilustraciones de Juli Farfala.
Ahora este libro ha comenzado su viaje, buscando nuevos ríos,
nuevos puertos y nuevos lectores.
Para la yapa:
Alguna vez escribí, inspirado en un lejano poeta japonés:
Luna de otoño: tu reflejo en el río
la singladura de mi barca hace más bella.
Si hasta parece que voy surcando el cielo
y a mi paso se apartan las estrellas.
(Podría haber puesto "travesía", pero suena
mucho mejor singladura. ¿Qué les parece?)